sábado, 3 de enero de 2015

LA VERDAD SOBRE LOS LÁCTEOS

El ser humano es el único mamífero que ingiere leche procedente de otro animal pasado el periodo de lactancia. ¿Es esto normal?. Existe mucha polémica sobre el beneficio de la leche y sus derivados, hasta tal punto de afirmar que los lácteos no sólo no son beneficiosos para la salud, sino que son perjudiciales. A continuación exponemos algunos estudios a favor de esta afirmación.


Científicos suecos realizaron un seguimiento durante 11 años a más de 45.000 hombres y durante 20 años de unas 60.000 mujeres. Los resultados se centran en la lactosa.
Los especialistas realizaron un análisis de los factores de riesgo del consumo de leche, con el objetivo de "examinar si el alto consumo de leche se asocia con la mortalidad y las fracturas en las mujeres y los hombres".
Entre las conclusiones del estudio, determinaron que el consumo de tres vasos diarios de leche no protege los huesos contra las fracturas, e incluso hace aumentar el riesgo de muerte prematura.
La información que fue difundida en la revista British Medical Journal, medio especialista en el área que opera desde 2004, se complemente con que los efectos más pronunciados se registraron en las mujeres. En este sentido dice que el consumo excesivo de leche multiplicaba casi por dos las probabilidades de morir por causa de enfermedades del corazón y hacía aumentar el riesgo de sufrir fracturas de cadera. La razón del daño sería generado por la lactosa, sustancia que provocaría una respuesta inflamatoria y que haría que los huesos sean más frágiles.
(Hay que tener en cuenta que cuando comenzó el estudio la edad de las mujeres participantes era de 39 a 74 años, y la de los hombres de 45 a 79, por lo que no es nada sorprendente que un número significativo de voluntarios muriera en el transcurso de las dos décadas que duró el estudio)

El continuo debate sobre las propiedades de la leche enfrenta a aquellos que creen que este alimento es parte fundamental de una alimentación equilibrada y a aquellos que relacionan este producto con más de 300 enfermedades, entre ellas, diversos tipos de cáncer y enfermedades intestinales o estomacales.
Entre los más contrarios a este producto está el Centro de Salud Pública de la Universidad de Harvard, que asegura que el calcio es necesario para el bienestar de los seres humanos pero a ciertas edades, la leche no. Así, el instituto de investigación de EE UU concluye que el calcio es imprescindible durante la infancia para la formación de los huesos, pero que "no está claro que tomar leche diariamente sea la mejor fuente de este componente para la mayoría de personas". En su informe, estos expertos aseguran: "Mientras que tomar calcio cada día puede reducir el riesgo de osteoporosis y cáncer de colon, el alto consumo puede incrementar el riesgo de padecer cáncer de próstata y de ovario. Además, consumir productos lácteos diariamente aumenta los niveles de grasas saturadas en nuestro organismo, así como de vitamina A, cuyos altos niveles, paradójicamente, pueden hacer que nuestros huesos se debiliten". Y proponen como buenos sustitutos de la leche: las berzas, el brócoli, la coliflor, la leche de soja, el tofu, las judías horneadas, y suplementos que contengan calcio y vitamina D.
Otros argumentos en contra del consumo de leche y sus derivados es que estimulan al cuerpo a producir mucosidad y está asociada a varias enfermedades como, diabetes, esclerosis múltiple, del corazón, de Chron, síndrome del intestino irritable y hasta cataratas. La leche contiene cantidades anormales de antibióticos ya que los granjeros se los inyectan a las vacas para evitar que estas cesen la producción de leche por enfermedades en las ubres. Además de ser uno de los productos que más causan alergias y sensibilidad.


A continuación os dejamos un vídeo donde un fisioterapeuta explica en unos minutos por qué los lácteos son verdaderamente perjudiciales para la salud. 
Quizá con este artículo cambiemos el punto de vista sobre la leche, empecemos a cuidar nuestra salud y dejemos de enriquecer a las industrias lácteas.



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